lunes, 28 de abril de 2014

Un ejemplo de superación de los problemas de información asimétrica: McDonald’s



Guadalupe Correa Lopera

El tema de la información existente en los mercados resulta de especial relevancia en economía. A menudo, damos por hecho que los consumidores tienen toda la información que necesitan para llevar a cabo sus elecciones, incluyendo el conocimiento del precio, la disponibilidad y la calidad de los bienes y servicios que demandan. Sin embargo, en la realidad nos encontramos con que los participantes en la mayoría de los mercados operan sin una información completa acerca de las variables que más importan, como son el precio o la calidad. Y para complicar aún más los mercados, a veces los vendedores saben más que los compradores respecto a la calidad del producto; si bien en otras ocasiones sucede a la inversa. Es lo que en economía llamamos información asimétrica, que podríamos definir como aquella situación en la cual una parte del mercado cuenta con información más confiable que la que posee la otra parte. Dicha situación trae consigo una serie de consecuencias sobre la eficiencia del mercado. Una de ellas es que conlleva lo que se denominan características ocultas, que son un tipo de problema de información asimétrica en el cual una de las partes del mercado sabe más que la otra parte respecto a las características que son importantes para el intercambio de mercado. El otro problema principal es la existencia de acciones ocultas, que aparecen cuando una de las partes de una relación económica puede iniciar una acción pertinente que la otra no es capaz de observar. De este modo, la parte del mercado que se caracteriza por el predominio de características y acciones ocultas tiene el incentivo de decir lo más adecuado. Dicho de otro modo, ambas partes del mercado tienen el incentivo de encontrar maneras apropiadas de comunicar una información confiable, puesto que presentan objetivos convergentes: mientras que la parte peor informada trata de descubrir cuáles son los mejores candidatos disponibles en el mercado, la parte mejor informada trata de demostrar que ella es un candidato digno de ser seleccionado. Así, la parte mejor informada del mercado tiene la intención de comunicar información que puede resultar valiosa para la otra parte; es lo que se denomina proceso de señalización: a fin de comunicar información acerca de características que no son observables para la otra parte, utiliza alguna variable sustitutiva. Por su parte, la parte desinformada del mercado trata, mediante el proceso de selección, de descubrir las características relevantes (aunque ocultas) de la parte informada, para elegir a los individuos más cualificados, en base a características fácilmente observables.

Los problemas de información asimétrica, señalización y selección pueden verse de un modo más claro a través del siguiente estudio del caso de McDonald’s.

McDonald’s cuenta actualmente con más de 34.000 restaurantes por todo el mundo. El secreto de su éxito es que los clientes pueden confiar en la calidad del producto, ya sea que compren un Big Mac en Estambul, Moscú o Singapur. Desde su fundación en 1955, McDonald’s ha crecido a un ritmo sumamente acelerado, y esto gracias a que ha sabido atraer titulares de franquicias competentes y confiables, y, al mismo tiempo, les ha proporcionado a éstos incentivos y limitaciones adecuados.

El proceso de selección de los candidatos que solicitan ser franquiciados es riguroso y exigente. Para tener derecho a una entrevista, el solicitante debe demostrar tener suficientes recursos financieros y una adecuada experiencia en los negocios. Posteriormente, los seleccionados deben completar un programa de capacitación cuya duración abarca 12 meses, que consiste en aprendizaje en el aula combinado con estancias en restaurantes ya establecidos. Durante ese lapso, al aspirante no se le paga absolutamente nada, ni siquiera sus gastos personales. Una vez que el establecimiento se inaugura, se requiere que el franquiciado trabaje a tiempo completo atendiendo las operaciones diarias del restaurante.

Es enorme el compromiso que contraen los franquiciados, tanto en tiempo como en dinero. El costo de una nueva franquicia, que se encuentra en torno a los 900.000 euros, debe provenir en su totalidad de los recursos propios del franquiciado, y no de fondos obtenidos en préstamo.
Dado que cada franquiciado obtiene una participación importante de los beneficios del restaurante, existe un considerable incentivo para trabajar con eficiencia. Como recompensa adicional, los operadores exitosos pueden solicitar nuevas franquicias para obtener más restaurantes. Si todo marcha bien, la franquicia tendrá una vigencia de 20 años, con la posibilidad de renovarla una vez finalizado ese período, aunque puede cancelarse en cualquier momento si el restaurante no cumple las normas establecidas por la empresa en cuanto a calidad, precio, limpieza… Por lo tanto, el franquiciado está atado a la compañía por unas enormes inversiones, y la pérdida de una franquicia podría representar para la persona en cuestión la pérdida de los ahorros de toda su vida. Al seleccionar y supervisar debidamente sus franquicias, McDonald’s ha logrado acabar eficazmente con los problemas resultantes de las características y las acciones ocultas que derivan de las situaciones de información asimétrica en los mercados.

martes, 1 de abril de 2014

Cercanos a una posible deflación



Aitor Alonso Delgado Lucas

Una de las noticias que han tenido gran impacto a nivel económico recientemente ha sido la creencia de que España pueda estar cerca de entrar en un proceso deflacionista. La inflación es el aumento generalizado y continuo de los precios de una economía, y la deflación es justo el proceso contrario, la disminución continua y generalizada de los precios. A lo largo de la historia, se han creado políticas económicas para poder controlar la inflación, debido a que siempre ha existido un miedo hacia ésta pero, ¿por qué se teme también a la deflación?


Desde mediados del año 2013, el Índice de Precios al Consumo (IPC) de España con respecto a la Unión Europea se ha mantenido por debajo, como muestra la gráfica siguiente con datos obtenidos de Eurostat y Global-rates:





Como podemos ver, la tendencia ha sido negativa en ambos caso, siendo más acusada la caída en el caso de España, llegando a ser cero o negativa en los últimos meses.
La deflación aparece en la situación en la que la oferta agregada supera a la demanda agregada, debido a un exceso de oferta agregada o a una escasez de demanda agregada. En la situación actual de España, con las medidas tomadas por el gobierno para afrontar la crisis es de esperar que la demanda agregada se haya visto reducida considerablemente. Aunque pueda haber gente que piense que la deflación es buena, ya que al disminuir los precios, el consumidor puede permitirse adquirir más bienes con un menor gasto, la deflación acarrea tanto consecuencias positivas como negativas para la economía.
Por un lado, la deflación puede traer consigo un efecto positivo en la economía debido a que, una disminución en los precios genera que el salario real de los trabajadores se vea aumentado al incrementar su capacidad de compra. Las empresas deciden disminuir el número de trabajadores e invertir en equipo capital, lo que genera a su vez que aumente la productividad de los trabajadores lo que conlleva un nuevo aumento del salario de estos (efecto Ricardo), y un incremento aun mayor de la deflación al verse aumentada la oferta del mercado.

Sin embargo, la deflación es un proceso que crea un círculo vicioso a partir de la disminución de la demanda agregada que lleva consigo que las empresas vean disminuidos sus beneficios y se vean obligadas a disminuir los precios para aumentar sus ventas. Al disminuir sus precios deben reducir costes, lo que significa tener que reducir el número de empleados. Si aumenta el número de parados generado por los despidos de las empresas, la demanda agregada de bienes se ve disminuida nuevamente ya que los desempleados disminuirán su consumo. Este proceso se repetirá continuamente hasta que se tomasen medidas al respecto.

Una de las últimas consecuencias en las que puede desencadenar el proceso deflacionario es la Trampa de la liquidez, desarrollada por John Maynard Keynes. La trampa de la liquidez es una situación en la que los tipos de interés nominal se mantienen muy bajos y próximos a cero. Debido a esto, los ciudadanos tendrían preferencias a mantener su dinero en mano, sin intención de invertirlo ya que no obtendrían ninguna rentabilidad. Un aumento de la cantidad de dinero en la economía no conseguiría aumentar el tipo de interés nominal ni mejorar la economía, como se puede observar a continuación:



Conseguir salir de la trampa de la liquidez es muy complicado, ya que una vez que los tipos de interés nominal estén cercanos a cero, la única manera de mejorar es aumentando las expectativas de inflación. Esta acción, que debe de llevar a cabo el gobierno, no será creíble para los agentes económicos debido a que la mayoría de las políticas que realiza el gobierno lo que buscan es todo lo contrario (disminuir las expectativas de inflación).
Si realmente continuamos esta tendencia a la baja del IPC, y seguimos acercándonos a un periodo deflacionista, ¿será el gobierno capaz de controlar la situación?

Para evitar entrar en un proceso deflacionario, el gobierno debería de llevar a cabo una política fiscal expansiva basada en la reducción de impuestos, lo que generaría un aumento de la demanda agregada, y aumentos del gasto público en educación, infraestructuras, etcétera. También, y debido al elevado desempleo en España, el gobierno podría facilitar a las empresas y ciudadanos créditos a un bajo tipo de interés para poder aumentar el consumo de los mismos, ya que la gran mayoría no puede permitirse tener un alto nivel de consumo.

Hemos podido ver que la deflación es perjudicial como la inflación, por lo que la mejor opción es intentar mantener el índice de precios entorno a cero, lo cual es un objetivo que a lo largo de la historia se ha buscado y difícilmente ha sido conseguido.