martes, 11 de marzo de 2014

¿Nos estamos adentrando en la senda de creación de empleo?



Cristina Ortega González

No veo una mejor manera para comenzar a escribir en este blog que con una reflexión sobre la actual crisis económica en España. Durante los tres años y medio que llevo hasta ahora como estudiante de Economía, raro ha sido el día en que no se haya hecho en el aula una breve referencia a la crisis económica que estamos viviendo. De hecho, cabe reconocer que su desarrollo nos ha ayudado a entender de  manera más real y cercana las innumerables relaciones existentes entre las distintas variables económicas, que sin una referencia real podrían resultar un tanto abstractas.

Con esta entrada mi intención no es hacer un resumen de la evolución de la economía desde el comienzo de la crisis, ya que es de suponer que la gran mayoría sabe su origen y su desarrollo al haber sufrido de una forma, más o menos dura, los ajustes fiscales llevados a cabo hasta el momento. El ánimo es sino intentar fijar la atención hacia el futuro de la economía y de la sociedad española, ¿Podemos confiar en las positivas predicciones económicas actuales?

El pasado 5 de marzo la CEOE emitió un informe de predicción de la economía española para 2014 y 2015, asegurando una mejora de las perspectivas a corto plazo. Se prevé un aumento del PIB del 1,2% en 2014 y un aumento del 1,8% para el año 2015. Así mismo, entre otras cuestiones, declara que los componentes del PIB que experimentarán una mayor alza serán la inversión en bienes de equipo y las exportaciones, que se  incentivarán debido a la recuperación de la demanda interna en Europa. A pesar del optimismo inminente que generan estas afirmaciones, ¿un crecimiento del PIB de 1,2% puede disminuir de forma considerable el desempleo de forma que podamos afirmar que hemos consolidado la recuperación económica en España? Una respuesta que podría fundamentarse económicamente mediante la Teoría Económica es la llamada “Ley de Okun”. Algunos habréis oído hablar alguna vez de dicha ley, que puede ayudar a entender la relación existente entre el crecimiento del PIB y del empleo.

A principios de los años sesenta, Arthur Okun, principal consejero económico de JF Kennedy, observó un hecho importante en la relación entre la producción agregada y la tasa de desempleo. Comprobó que un incremento en la producción agregada  disminuye el desempleo, es decir, existe una relación inversa entre ambas variables.

Sin embargo, Okun demostró que no existía una relación uno a uno entre el crecimiento de la producción y la disminución del desempleo, es decir, la proporción en la que disminuye el desempleo siempre sería menor a la del aumento experimentado por la producción agregada.  En concreto, interpretaciones actuales de la ley de Okun, afirman que un  aumento de un punto porcentual del PIB real por encima del potencial provoca un descenso de la tasa de desempleo de únicamente medio punto porcentual. Okun observó que cuando la economía de su país (Estados Unidos) crecía un 3%, el paro bajaba un 1%.

Hay dos sencillas explicaciones que pueden ayudar a entender por qué esta relación entre el crecimiento económico y el desempleo no es uno a uno. En primer lugar, a menudo las empresas suelen responder a cambios en la demanda mediante modificaciones de horarios laborales en lugar de acceder al despido o a la contratación de forma inmediata. Así si suponemos que una empresa ve como se reducen sus ventas, en un primer lugar, decidirá reducir las horas de sus empleados en lugar de despedirlos. Este comportamiento mitiga el efecto de las fluctuaciones en la producción sobre el número de trabajadores empleados.

En segundo lugar, el número de personas que buscan empleo también se ve influido por la disponibilidad de los puestos. Por ejemplo, si la economía destruye un millón de puestos de trabajo, la tasa de desempleo aumentará menos de un millón debido a que algunos trabajadores se desaniman y dejan de buscar activamente empleo. Este tipo de comportamientos suavizan los cambios en las tasas de desempleo.

Una vez explicado el por qué de esta relación inversa entre crecimiento de la producción agregada y el empleo, os preguntaréis: ¿y entonces, cuánto ha de crecer el PIB para que aumente el empleo y se reduzca la tasa de paro? De la ley de Okun se ha derivado una conclusión principal en este sentido y es que se ha considerado hasta ahora que es necesario un crecimiento del PIB superior al 2% en las economías actuales para lograr la creación de empleo. Sin embargo, algunas predicciones realizadas actualmente aseguran cierta creación de empleo a partir del segundo semestre del año actual, lo cual me ha llevado a plantearme si éstas predicciones contradicen la explicada ley de Okun.

Indagando un poco más en la cuestión, parece ser que la ley de Okun ha quedado ya más como un “mito” de referencia que como una evidencia empírica, ya que se está demostrando que la economía es capaz de crear empleo con un crecimiento por debajo del 2%. Algunos economistas, como el profesor Juan J. Dolado, afirman que el umbral del crecimiento de la producción necesario para crear empleo neto es ahora aproximadamente del 1%, y no del 2% ó 3% como se creía hasta ahora.

Este cambio de umbral, como argumenta Dolado, se debe a que el enunciado clásico de dicha ley  no contempla los cambios en la evolución de la tecnología existente, en los precios del factor trabajo, en el grado de competencia en los mercados de bienes y servicios y en los costes de ajuste de los inputs (costes de despido y de contratación, costes de instalación de la maquinaria, etcétera). Por otro lado, también es importante considerar que el aumento del trabajo temporal y a tiempo parcial podría ayudar a mejorar los niveles de empleo registrado en la economía. Aunque el análisis de su “calidad” es un tema que propongo para otra entrada.

Para concluir he de decir que España puede alcanzar en el próximo año cierta recuperación económica. El desempleo registrado disminuirá pero no tanto como consecuencia de una mejora en la producción agregada, como puede deducirse de la relación inversa entre crecimiento de la producción y desempleo apoyada en la ley de Okun, sino debido a un cambio en el tipo de empleo fomentado: el empleo temporal y a tiempo parcial. La conveniencia o no de este camino os la dejo para vuestra reflexión, no obstante espero haberos ayudado a aclarar algo de esta difícil relación entre el crecimiento del PIB y el desempleo en España.

No hay comentarios:

Publicar un comentario